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Prosa Poética: AZUL

marzo 18, 2010

04/03/2004

AZUL

Si pudiéramos correr y escondernos a la vez, qué cobardes seríamos.  Si pudiéramos privarnos de mil azúcares, de mil vestidos, de mil besos, estaríamos perdiéndonos de todo.  Los amigos se divierten mientras en el crepúsculo los niños lloran la alegría que reinó en el ánimo de ellos, esperando la salida de lo eterno.., llegó a las doce la cenicienta, sin zapatillas, ni regalos, llegó a las doce a un lugar azul, sin nada que ofrecer.  Algo pasa en nuestro corazón que se detiene, que no palpita, es el momento de arrancar, de pensar en lo distante, en lo eterno: en ti. 

No hay conversación que no valga la pena, no hay entusiasmo sin un pedazo de pan.  Eres tan Azul como tu búsqueda.  Camina rápido que te persigue el hombre de ayer, vestido de negro con una sonrisa amplia, ¡Qué importan tus olvidos!, si te seguía o no, era uno más. 

Si tal vez, pudiésemos escapar, en cada conversación y no salir a la calle, virar en cada esquina… creo que seguiríamos lamentando el día a día , llorando la muerte; nos sentiríamos más desgraciados y nos continuaría consumiendo la desidia.  No habría tiempo para observar la playa, de correr en la arena, de buscar caracoles; es el tiempo de mirar tus manos y llenarlas de oro, de plata, de huesos, de historia.  No continúes, ya pasó la chica de al lado, ya pasó la oportunidad de vencer el miedo.  Si pudiésemos entender y explicarnos nosotros mismos las razones elementales, dejaríamos de hostigarnos con las estúpidas interrogantes de siempre, con las respuestas claras y sencillas. 

El amor o la libertad como quieras interpretarla viene de dos y no del ocio, viene del agua y no de la ira…, hoy el lamento de tu escape te llevará al encuentro con tu día a día, allí será amo de tu tiempo y ella llevará tu reloj.  Si  tuviera en frente, viva, la culpable de este escrito, me reiría de mi misma y de igual forma la besaría, de igual forma bailaría, y quizás aceptaría un café. 

Si la tuvieses visual, ¿a quién?,  frente a ti, creo que nos mentirías de nuevo y reconocerías que no la amaste nunca, que no la deseas ni te importa su credo.  Si con la paciencia de quien encuentra una razón te identificas con esta soledad, estás viviendo, ten fe, estás viviendo, no hay razón para desesperarse; de igual forma las estrellas están arriba, de igual forma tu cuerpo está leyendo esta nota, este recuerdo de la nada, este ser que no eres tú, ni yo, ni nadie. 

Si te identificas con el amor y el dolor al mismo tiempo, estás equivocada, si te alegras de seguir con la culpa de otros de nada ha servido tanto esfuerzo, pero yo, desde aquí, desde lo profundo, al ver tu risa veo que estás aquí por alguien. 

No vez salida en tus manos; la corbata de ayer te queda floja, ibas de prisa al Restaurante, cuídate alguien te espera con sudor en la frente para llenarte de flores, ¡Sabes qué hacer con este papel!, haz uno nuevo, si sólo vendiesen un porrón en la esquina lo llevaría de muestra al abasto de en frente, ¿sabes hablar un idioma?, no; entonces no estás en nada.  «Azul» es la historia de quien se esfuerza por nada, le dijo el sol a la luna:-Tengo sed y ésta respondió: -Es de noche  mil estrellas se rieron cuando lloró aquella noche no le creyeron, ¡viva la libertad a cuesta de nada!.  «Azu»l somos todos en frente de un jefe, un hogar destruido, una esposa fiel.  «Azul» no es sólo el deseo de cambiar el silencio, es hablar de lo que no somos en medio de lo que sí.., la poesía no alcanzará mi espejo nítido, bello, amplio; no alcanzará el asfalto que debo pisar hoy pero sí llegará a lo que es, en el momento de tu pensamiento.  Es el suspiro de quien tuvo la verdad y la perdió; no es tiempo de lamentarse por lo que se botó a la basura, no hay espacio para quienes desean herirte, sigue como eres, incapaz de perdonar, sigue, observa, no seas tonto, ¿no te das cuenta que te quiere?. No esperes más; no sé quien soy, cuando veo las flores de Irán, no sé quien soy cuando escucho la idiotez, no se qué pasó cuando Van Gogh pintó las flores, cuando Miguel Angel talló la Piedad, donde estaba yo cuando Hitler alzó la mano, qué pasó cuando Jesucristo demandó agua.  

Vete a cualquier lugar menos donde está el fuego, vete a la luz blanca así no haya luz blanca, vete a donde la risa suene más duro que la orden, ¿no es el lamento una oración de dolor?, ¿no es el lamento una dicha de los que razonan?, ¡es la literatura un encuentro entre letras y verdades  y de mentiras y recuerdos!, no sigas sin pensar que mañana sobrará la dicha, sí hay luz, sí hay sueños; sí hay prejuicio.

 ¿No es la poesía un paso a la espera?, y, ¿la espera el paso del tiempo?, no importa que no entiendas, lo que vale es que puedes leer, más aún lo puedes decir mil veces a ti mismo y no a los demás que son como tú, extraños, aislados, ¡sí claro! Ir disfrazado de historia cuando no tengo historia, ir agarrado de manos del día cuando tienes la noche, yo sé que hoy no existes. 

«Azul» es ella, que viene del otoño con flores de invierno, va de regreso al verano con los momentos de ayer, pero es que hoy el piso es de vidrio, todo se ve, todo se percibe, pero qué importa si son seis o nueve tus enemigos, qué dolor hay en ver un niño solo en la autopista, qué tiene de malo pedir descalzo en el asfalto -no nada- todo está absolutamente normal, todo es un fraude, pero el viento es igual para todos, como para todos no es igual el dormir.  Ayer vi un oso peludo y vi también un oso peludo; hoy escogí el mantel de cuadros para festejar que eres cobarde, mañana llegarán de nuevo los vendedores de abono para sembrar tulipanes. 

Astromelias te regalan y te regalan desencantos, te ofrecen perfumes y te devuelven cartas inconclusas, ¿Qué le ocurre a las manos de los hombres?, ¿dejaron de labrar?, espero que tu ira cese porque terminé.  Llegará un duende y te despertará de noche a contarte una bonita historia; érase una vez un bebé que lloraba, decía alguien que no fue niño, la paz  la llevamos todos en un morral de salida y de salida vamos siempre por cada puerta que entramos, el que sabe más que respire, las casas de los pobres son raras, la de los ricos también, los cabellos de los rubios son finos, los de los negros no; hacer diferencia entre lo oscuro y lo claro no es fácil, hacer diferencia entre lo bello y lo feo tampoco; un día gris.., húmedo.., sórdido.

Hoy, es  un día como otro día en donde el romance subsiste, a lo lejos se observaba una niña escondida, en la falda de su madre, me atreví a sonreírle al parecer reía también, azul es todo aquello que debe persistir a pesar de la duda. Entiendo perfectamente que sentarse a escuchar el sonar de las olas del mar a veces puede ser incómodo porque cuando suena también nosotros somos naturaleza. 

No encuentro cómo seguir esta historia sin gritar un poema, eres un tema de sombras eres un tema de sombras, eres lo más bello, eres lo más preciado para Dios y ellos también lo son, tu alma existe, tu corazón es este poema y tu cuerpo es tierra.  New York, Caracas, Barcelona, ciudades eternas, Guárico, Falcón, inertes, Idaho, Montana, frescura; allí estarás escogiendo un espejo entero, claro.  Y si sacamos cuentas de lo que hemos hecho con nuestras vidas,je,je; quizás también nos lamentaremos, no hice esto ni aquello, tal vez no nos damos cuenta que no tenemos cadenas arrastrándonos los pies, no estamos confinados en una cámara de gas,  deseamos el bien ajeno y somos libres de conciencia.  Y sino entiendes ni por un segundo el pensamiento humano, más difícil será entender el de los animales; huelen, comen, duermen, nosotros igual pero nos cuesta en bolívares, dólares o euros; el siglo XXI es protagonista del nacimiento de personajes trascendentales; es el siglo de la continuidad, de la aceptación de la inteligencia y de la mistificación de lo sensible; es el siglo de los que creen en lo pasajero, lo útil, lo estable, de quienes sienten que algo bueno pasará, de los hombres y mujeres de cristal, de arena y de cemento.  

Ahora bien azul son tus ojos pardos, lo interesante son tus manos; no dejes que tu cansancio estético te nuble tus ojos, la intención es sólo etérea, no hagas caso de tus sentidos, nada te persigue, sólo un color, el color de la ausencia, no desees más que un beso a la vez, no importa quién te mire, la inocencia está en el cielo y ella no te juzga; Dios vino y se fue en un velero, de trompetas y violines blancos, pero la muerte es amarilla, y los pinceles de madera, no somos hipócritas y en consecuencia ricos.  «Azul» es este humilde verso de extensas ocasiones, de cortas palabras y largos párrafos, ¿ir o venir?, ese es el punto, bla, bla, bla; eso repite el loro de mi jaula, que ayer bailó con música de orquesta. 

Azul no es el gusto ni la poesía barata, es sólo la premiación de una amiga, ella es así encerrada en una caja de cartón creyendo que es mujer y aún no ha crecido, sin más que decir. Los ojos de Bolívar son tan bellos como Venezuela que hoy llora de vergüenza ante Dios, sólo eso ante Dios.

Larissa García de Fonseca

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